08

Octubre

2014

Presupuestos 2015: Cuatro medidas que perjudicarán a su patrimonio

Entre las sorpresas que esconden las centenares de páginas de los Presupuestos Generales del Estado para 2015, no todas son noticias agradables para sus inversiones. A partir del próximo 1 de enero, su bolsillo agradecerá algunas medidas -como la rebaja en los tipos del Impuesto de la Renta-, pero su patrimonio también podría verse resentido por incrementos de la fiscalidad como el provocado por la revisión de los valores catastrales. A tres meses para que entren en vigor las cuentas del Estado, es momento de conocer qué le deparan y en qué medida puede anticiparse. 

-Otro catastrazo: Entre las normas tributarias que se incluyen en los Presupuestos para el próximo año destaca la actualización de los valores catastrales que podría afectar a unos 9,3 millones de inmuebles ubicados en 1.876 municipios. Sin embargo, de esas cifras, el valor catastral subiría en 7,4 millones de inmuebles y solamente bajaría en los 1,9 millones restantes.  En concreto, habrá que tener en cuenta cuándo se aprobó la última ponencia de valores de su municipio (la revisión oficial del Catastro que fija el nuevo valor de los inmuebles de una población) para saber cuánto sube o baja el valor de sus bienes inmobiliarios.

En concreto, si esa última revisión se realizó entre 1984 y 2003, el incremento del valor, a partir del próximo 1 de enero, será de entre el 10% y el 13%, dependiendo del ejercicio concreto en que se formalizara la ponencia del Catastro. Sin embargo, si la última revisión se realizó entre 2006 y 2009, el valor catastral de su casa, piso o garaje, entre otros bienes similares, se reducirá entre un 17% y un 22%. Si la última revisión catastral de su municipio fue en 2004 o 2005, o bien posterior a 2009, el valor de sus inmuebles se mantiene inalterable. 

La medida que se incluye en las cuentas del Estado no es baladí, porque no solo afecta al importe del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Para Joan Pons, secretario de EFPA España, «el IBI es un impuesto trampa». Pons argumenta que «al modificar los valores catastrales en los Presupuestos se da un golpe directo a la tributación de otros muchos impuestos que, en su caso, también subirán», aunque sea de forma indirecta. Por ejemplo, en el Impuesto de Patrimonio, el valor que se puede tomar como referencia para determinar la base imponible del contribuyente es el valor catastral de sus inmuebles; en el de Transmisiones Patrimoniales, también se utiliza esa referencia; y en muchas Comunidades, el valor catastral es la referencia para determinar el coste de Sucesiones y Donaciones. Además, en el propio IRPF, también se incrementará la tributación de los segundos inmuebles, al imputarles una renta inmobiliaria que se gravará al 2% y no al 1,1%, como hasta ahora, después de que se aprueben estos cambios presupuestarios.

-Rejonazo a los rescates de planes en forma de capital. En el nuevo Impuesto de la Renta se incluye una medida ante la que es necesario actuar cuanto antes: el final de la reducción del 40% que se aplican los contribuyentes que rescaten su plan de pensiones en forma de capital, siempre que las aportaciones a su plan se realizase antes de 2007. Tal y como explica Paula Satrústegui, directora de Planificación Financiera de Abante, a partir de ahora, «esta reducción fiscal se verá limitada solamente al ejercicio en el que el contribuyente se jubile y durante los dos años siguientes, como máximo». Para quienes ya se hubiesen jubilado en los años anteriores, «se establece un régimen transitorio en el que se definen los límites de la reducción del rescate en forma de capital», explica Satrústegui. Así, para quienes hayan accedido a la jubilación entre 2009 y 2014, disponen de ocho años tras la jubilación para aplicarse esta reducción cuando materialicen ese rescate de su plan. Y quienes se jubilaran antes del año 2008, «disponen hasta el 31 de diciembre de 2016» para materializarla y aprovecha la ventaja fiscal. «Hay que tener mucho cuidado con estas fechas», recuerda Satrústegui quien aconseja, en cualquier caso, «esperar a que se formalice la rebaja de tipos del IRPF, porque, en parte, también beneficiará a los contribuyentes al tributar por sus rescates».

-Vender sus activos más antiguos será más caro. El proyecto incluye otras medidas que perjudican al inversor frente a la conocida rebaja de gravámenes. Por ejemplo, en 2015 se acortará la reducción que se aplica a la obtención de rendimientos irregulares (pasará del 40% actual al 30%). Por ello, Satrústegui aconseja «anticipar algunas operaciones a este ejercicio, como puede ser el cobro de un bono trianual». Esta experta también recomienda -«siempre que se tuviera previsto ya»- anticipar otras operaciones, como, por ejemplo, la venta de un bien (inmueble, acciones, etc.) ante la desaparición de los coeficientes de abatimiento, que limitaban el impacto fiscal generado en las ganancias obtenidas por la venta de un bien adquirido hace más de 20 años.Incluso, se puede aprovechar la última oportunidad que va a otorgar la legislación para poder beneficiarse del actual régimen de planes de pensiones, en el que se permite aportar hasta 12.500 euros (10.000 para menores de 50 años), porque a partir de 2015 ese límite será de 8.000 euros por ejercicio. 

-Fin del ahorro por conseguir dividendos. El inversor también debe saber que este es el último año en el que se puede aplicar la exención de los primeros 1.500 euros obtenidos a través de dividendos. De media, suponía un ahorro fiscal de unos 315 euros. Por ello, Joan Pons indica que «esta medida influye directamente a las rentas medias, que son las que más se beneficiaban de este tipo de beneficios fiscales que ahora van a desaparecer». Para este experto, el anuncio de reducción de los gravámenes marginales «se verá compensado con una ampliación de las bases imponibles». Pons indica que esta estrategia «se comprueba claramente en el Impuesto de Sociedades». En este tributo, el gravamen medio tenderá a bajar al 25 por ciento. «Pero, a la vez, se incluyen nuevos gastos no deducibles, limitaciones en algunas deducciones o un nuevo régimen de compensación de pérdidas que perjudica claramente a las pequeñas y medianas empresas».

-Las cotizaciones también suben, un 0,25%. Por primera vez en cinco años, las cotizaciones sociales se mantienen prácticamente congeladas, después de que en los últimos ejercicios se hayan incrementado una media del cinco por ciento anual, por cada nuevo Presupuesto que se ha ido aprobando. En 2015, el incremento de la base de cotización máxima a la Seguridad Social se incrementará un 0,25% (el mismo porcentaje que lo harán las pensiones públicas), hasta los 3.605 euros, apenas nueve más que en 2014. El pasado 1 de enero, esa base de cotización máxima ha pasado de los 3.561 hasta los 3.597 euros. Además, se aplica, por primera vez el factor de revalorización de las pensiones, aprobado por ley este mismo año. La subida mínima que debe aplicarse a las pensiones, un 0,25%, será la elegida para 2015.